El International Crisis Group ICG publicó un informe sobre las perspectivas del proceso de negociación entre Bakú y Ereván sobre la solución del conflicto de Karabaj, donde alertan que es alta la probabilidad de que empeore la situación en Nagorno-Karabaj.
El inicio de las negociaciones aún no significa que habrá resultados, hay momentos difíciles que no se mencionan en el informe del ICG, señalaron analistas de Bakú.
El 6 de abril tuvo lugar en Bruselas una reunión entre el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, y el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan. Como resultado de las conversaciones, ambas partes acordaron establecer una comisión bilateral sobre la delimitación de fronteras entre los países a fines de abril y comenzar a desarrollar un acuerdo de paz. La reunión de los jefes de Armenia y Azerbaiyán en Bruselas fue un intento de evitar una escalada del conflicto, pero los acuerdos alcanzados no garantizarán el fin de las provocaciones en la frontera.
El 24 de abril, los Ministros de Relaciones Exteriores de Azerbaiyán y Armenia acordaron los parámetros de los participantes en la comisión fronteriza conjunta, así como la organización de una reunión del grupo de trabajo para preparar un tratado de paz.
El International Crisis Group (ICG) publicó un informe el 22 de abril titulado «Nagorno-Karabaj: buscando un camino hacia la paz a la sombra de la guerra de Ucrania». El informe concluye que, en el contexto de una operación especial en Ucrania y una situación tensa en Nagorno-Karabaj en 2022, teme que se reanudaran las hostilidades en Nagorno-Karabaj.
La situación en Ucrania puede distraer tanto a Rusia como a otros estados de Nagorno-Karabaj, cuya participación es necesaria para llevar a cabo negociaciones y llegar a una decisión final, según İCG. “Una operación especial en Ucrania podría reducir la influencia de Moscú e impedir que el Kremlin coopere abiertamente con Francia y Estados Unidos, los otros copresidentes del principal foro de negociaciones sobre el mantenimiento de la paz”, dice el informe.
Dadas las circunstancias, la estrategia más prometedora puede ser alentar a las partes a trabajar juntas en temas menos sensibles, como restaurar los lazos económicos y demarcar las fronteras estatales entre Armenia y Azerbaiyán, espera Crisis Group. Es la reanudación de las negociaciones entre Azerbaiyán y Armenia que el ICG considera la mejor solución al problema.
El problema es el conflicto entre los mediadores en las negociaciones -Rusia, Francia, Estados Unidos, la UE y Turquía- sobre Ucrania. Los dos campos pueden y deben tratar de llegar a un entendimiento tranquilo sobre cómo manejar las tensiones en Ucrania para evitar la reanudación de las hostilidades en Nagorno-Karabaj. Las negociaciones pueden continuar en varios formatos.
En el pasado, los diplomáticos de los tres países copresidentes del Grupo de Minsk de la OSCE trabajaron sincronizados, dice el informe, pero la situación en Ucrania trajo discordia. Los diplomáticos occidentales deberían indicar en privado que no tienen objeciones a la presencia de mantenimiento de la paz de Rusia en Nagorno-Karabaj.
El grupo de crisis también señala que Bruselas es el único participante en el proceso de negociación, a excepción de Moscú, que creó las condiciones para que hubiera dos cumbres entre Armenia y Azerbaiyán. La UE también ayudó a restablecer una línea directa entre los ministerios de defensa de los dos países en noviembre de 2021. IGG cree que Bruselas debería continuar involucrando a Ereván y Bakú en las negociaciones, a pesar de que esta semana Rusia acusó a Europa de querer meterse en un tema que es competencia rusa.
El informe también señala que Bakú debería disipar los temores sobre sus planes para Nagorno-Karabaj, en particular, presentar públicamente su visión del futuro de los armenios que viven allí. “La versión afirmada por Azerbaiyán de que los armenios, como ciudadanos de Azerbaiyán, tendrán acceso a las mismas oportunidades que los azerbaiyanos es inadecuada, dada la historia de violencia entre armenios y azerbaiyanos en la región”, afirma el grupo.
El ICG también cree que Bakú debería considerar la liberación de los armenios detenidos y «hacer públicas algunas de las declaraciones oficiales hechas para el ICG sobre la posibilidad de fuerzas policiales locales y un autogobierno efectivo en la región poblada por armenios«.
Crisis Group sugirió que las partes establezcan un mecanismo para abordar cuestiones urgentes, incluida la detención de personas y el acceso de la población al agua, a través de reuniones periódicas. El nombramiento de representantes de las partes que se reunirán en situaciones de emergencia podría ayudar a eliminar las tensiones que se presenten.

La parte final del informe establece la disposición de Bakú y Ereván para pasar a las conversaciones de paz. «Las declaraciones de intenciones son positivas, pero están lejos de ser suficientes. Encontrar un camino hacia una mayor estabilidad requerirá los esfuerzos concertados de Rusia, las potencias occidentales y Turquía, a pesar de las diferencias cada vez más profundas <…>. Por difícil que sea, las partes deben trabajar juntos, de lo contrario se perderán las oportunidades existentes y los pueblos de la región enfrentarán un nuevo estallido de conflicto”, concluyó el informe del International Crisis Group.