Armenia está conmocionada por el asesinato en el centro de Ereván, de una mujer transgénero de 28 años, tanto por la brutalidad del hecho como de la reacción homofóbica en las redes contra la comunidad LGBT.

El nombre de la mujer transgénero fallecida era Adriana. Horas después del asesinato, la policía arrestó al sospechoso en el cruce fronterizo de Bavra en Georgia cuando intentaba salir del país. Según los agentes del orden público, el hombre de 26 años golpeó a Adriana con una herramienta puntiaguda cortante, luego prendió fuego al apartamento para ocultar sus huellas y, tras ser detenido, confesó el hecho. Además, según el investigador, tanto el sospechoso de asesinato como la víctima son del mismo asentamiento en Armavir. Si eran conocidos y cuál fue el móvil del asesinato, la Comisión Investigadora no lo dice aún.
Se inició una causa penal por dos cargos: asesinato y daño o destrucción de bienes, sin considerar las circunstancias agravantes del delito.
«Las personas transgénero son un objetivo por varias razones. Se dirigen principalmente a personas que están ocultas, que no quieren mostrar su orientación sexual, que están llenas de odio no solo hacia las personas transgénero, sino también hacia toda la comunidad LGBT”, dijo Lilit Martirosyan, una ONG de derechos de la comunidad LGBT.
La organización liderada por Lilit registra cada año decenas de casos de violencia contra personas transgénero. El ambiente de intolerancia, dice, no tiene límites.

«Este informe no será suficiente para mí para presentar qué ambiente terrible se creó en Armenia para el discurso de odio. Hay una falta total de cumplir las leyes, nadie se siente protegido aquí, el odio es tan alto que la gente fomenta la violencia en forma de comentarios en las redes sociales».
La noticia del asesinato de Adriana apareció en casi todos los medios, y en los comentarios hay marcados discursos de odio: «Viva el pirómano», «Que no quemen el árbol», «Lástima que no lo logró escapar», «lo hizo bien, hizo lo correcto», «condenan al que intentó salvar la moralidad armenia», y otros más.
Según SoyArmenio , el punto llegó a tal que la Defensora de los Derechos Humanos condenó enérgica y públicamente la propagación del discurso de odio que están haciendo desde las redes y recordó que llamar a la violencia, por cualquier motivo que sea, supone una grave amenaza para todo el sistema de protección de los derechos humanos y esto da lugar a la comisión de delitos de odio.
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