En una declaración emitida el 1 de febrero de 2022, la Comisión Internacional de Derechos Humanos y Libertad Religiosa ( ICHRRF) instó a Turquía, Paquistán, Azerbaiyán y otros países que niegan el Genocidio Armenio a acatar los hechos históricos y dejan de participar en la vergonzosa negación del genocidio por conveniencia política.

Aquí está la declaración de ICHRHF en su totalidad:
Como organización fundada en los principios de fraternidad universal, cooperación, respeto mutuo, compasión y respeto por los derechos humanos fundamentales y la libertad religiosa, la ICHRHF está plenamente comprometida con la promoción de los derechos del hombre y las libertades fundamentales como valores esenciales que unen a la humanidad. Por ello, la organización defiende la dignidad de las víctimas del genocidio y otras atrocidades y busca justicia por estos actos.
Durante la Primera Guerra Mundial, el Califato Islámico Turco Otomano eliminó sistemáticamente a aproximadamente 1,5 millones de ciudadanos cristianos armenios. A veces se le llama el primer genocidio del siglo 20. El Genocidio Armenio tuvo lugar hace más de 100 años. Sin embargo, la matanza sistemática de hombres, mujeres y niños civiles no es cosa del pasado.
La ICHRHF aplaude la decisión del presidente estadounidense Joe Biden de reconocer oficialmente a los 1,5 millones de armenios que murieron en el genocidio armenio de la era otomana durante la Primera Guerra Mundial. víctimas del odio, atrocidades religiosas, limpieza étnica y campañas sistemáticas de aniquilamiento contra comunidades vulnerables en todo el mundo.
Turquía, el estado sucesor del Imperio del Califato Otomano, todavía niega este crimen contra la humanidad. Hasta el momento, treinta y un países han reconocido el Genocidio Armenio e instaron a Turquía a asumir la responsabilidad de este crimen atroz.
Sin embargo, muchos países se niegan a reconocer los asesinatos como genocidio por temor a las consecuencias en la alianza estratégica con Turquía. Instamos a Turquía, Pakistán, Azerbaiyán y otros países que niegan el Genocidio Armenio a que acepten los hechos históricos crudos y dejen de involucrarse en la vergonzosa negación del Genocidio por razones políticas. Es imperativo que todas las sociedades reconozcan abiertamente la complicada historia nacional para evitar que la violencia grupal dirigida vuelva a ocurrir en el siglo XXI.
